Enfrentarse a la ola de frío que tenemos encima se hace más complicado que nunca. Te adelantamos algunos trucos de estilo para resistir el frío invernal.
El frío puede llegar a alterar el estado de la piel, resecándola con más facilidad, dejando una sensación de piel más tirante e incluso envejecida y en ocasiones incluso puede llegar a provocar pequeñas grietas, rojeces o heridas. Es por eso por lo que en esta época del año tendremos que asegurarnos más que nunca de mantenerla en perfectas condiciones y de darle los cuidados diarios necesarios para que resista toda la temporada.
Una de las máximas que no puedes olvidar sobre todo en esta época del año, es la de hidratar diariamente y varias veces al día la piel, algo aún más importante en las personas que además tengan dermatitis, psoriasis o alguna otra afección en la piel.
Una hidratación que podremos conseguir a través de cremas hidratantes específicas, pero que también tendremos que asegurarnos por dentro bebiendo abundante agua. Esto ayudará a que el rostro no se reseque con facilidad y a que la piel se vea joven y luminosa. Un buen truco si vas a maquillarte es añadir un poco de crema hidratante o incluso unas gotas de sérum en la base de maquillaje. No te olvides tampoco de aplicar al menos una mascarilla facial hidratante a la semana o de decantarte por bases de maquillaje que cuenten con ingredientes beneficiosos para la piel, que además ofrezcan un extra de hidratación como el ácido hialurónico.
Aunque en épocas de frío ducharse o lavarse la cara con agua muy caliente es un hábito bastante común, la realidad es que puede aumentar la sequedad en la piel, aumentar los picores si tenemos dermatitis o incluso generar la aparición de esta afección cutánea. Lo mejor es que siempre procures ducharte con agua tibia para evitarlo y que al secarte con la toalla evites frotar la piel en exceso. Con unos simples toques suaves con la toalla podremos secarnos igualmente y evitaremos que la piel se irrite.
Evita recurrir a los geles y jabones que usas normalmente en otras épocas del año y asegúrate de elegir geles limpiadores y productos que, además de limpiar la piel, también incluyan algún producto hidratante o aceite que favorezca aún más su hidratación.
Durante el invierno y con el frío la piel puede llegar a escamarse y a resecarse en exceso, por eso la exfoliación es otro hábito especialmente necesario durante estos meses. De hecho, las células muertas que permanecen en nuestra piel y que no retiramos reducen la capacidad de esta de absorber la hidratación de las cremas y pueden incluso llegar a incrementar la irritación o la sequedad de la piel.
La piel de los labios tiende a ser muy fina y más propensa a sufrir con los cambios de temperatura. ¿El resultado en esta época del año? Labios agrietados y resecos. Así que para solucionarlo o para evitar que se resequen no olvides usar algún bálsamo labial o labiales hidratantes y con protector solar.
En esta época del año las manos pueden presentar rojeces, parecer resecas o incluso presentar alguna que otra herida. Para evitar esto es importante, además de utilizar guantes en las manos, también mantener una buena hidratación en ellas. En el caso de los pies sucede lo mismo, así que también tendremos que asegurarnos de mantenerlos secos y abrigados, evitando que se mojen o que estén fríos. No olvides abrigar ambas zonas y darles un extra diario de hidratación con cosméticos que tengan activos con alto contenido en lípidos o aplicar incluso alguna mascarilla semanal tanto para los pies como para las manos.
Protegerse de los daños de la radiación UV es un compromiso que tenemos que hacer con nuestra piel durante todo el año y el invierno no es una excepción. La sobreexposición al sol a la larga puede generar arrugas, flacidez en la piel, manchas solares o incluso cáncer de piel. Así que no olvides durante estos meses aplicar diariamente una capa de protección SPF en la piel o incluso incluir una base de maquillaje con protección solar.
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