Moroccanoil se ha convertido en un fenómeno global. En los 10 años que ahora cumple, la firma ha pasado de encontrarse solo en algunos salones de Nueva York y Quebec a contar con miles de puntos de venta en 68 países; de tener 10 empleados a contar con los 400 actuales; y de ser la única firma de belleza en utilizar aceite de argán (entonces un ingrediente casi anecdótico en la cosmética occidental, aunque en Marruecos se usa desde hace siglos) a convertirse en una auténtica referencia en la industria cosmética. La chilena Carmen Tal es la artífice de este éxito. Emigró hace más de 30 años a Canadá y ahora reside en Nueva York, desde donde dirige la compañía.