Es necesario que descubras de una vez por todas cómo crear la rutina de belleza que realmente necesitas, según tu edad, tipo de piel y aquello que más te preocupa a la la hora de cuidarte la piel del rostro.
Para empezar aclaremos que todo dependerá realmente del tipo de piel que tengamos y del estado en el que se encuentre nuestra piel en el momento de crear la rutina. Es decir, nuestra piel siempre es la misma y siempre tendremos el mismo tipo de piel pero según el momento de la vida en el que nos encontremos (adolescencia, embarazo, menopausia…), la estación o momento del año o la situación por la que estemos pasando (estrés, problemas hormonales….) nuestra piel puede tener necesidades diferentes que nos hacen ajustar nuestra rutina de belleza.
También es diferente la rutina de belleza según el lugar en el que nos encontremos: por ejemplo si vives en un lugar muy frío y húmedo, seguramente notarás que tu piel tiene unas necesidades que no ha notado en otros momentos de tu vida cuando has estado en ambientes muy secos y cálidos.
¿Y la edad? realmente la edad influye mucho menos de lo que nos puede parecer, ya que una piel joven puede tener unas necesidades concretas porque es muy seca o porque ha sido muy maltratada mientras que una piel madura puede mantenerse en muy buen estado porque ha sido muy bien cuidada. Así que aunque a veces es más fácil hacer recomendaciones de cosméticos o rutinas de belleza clasificándolas en edades, es un criterio que no siempre se cumplirá al 100%
Distinguiremos principalmente 4 tipos de pieles:
Si os fijáis no he mencionado la “piel normal” porque realmente los expertos no consideran que sea un tipo de piel. Si te refieres a tu piel como “normal” es porque probablemente tengas una piel mixta sin grandes problemas, es decir, que tiene un poco de grasa en la zona T, un poco de seca y no es especialmente sensible ni reactiva.
Es muy fácil definir los pasos esenciales en una rutina de belleza, solo tendremos la precaución de dividir las rutinas entre las de día y las de noche ya que hay alguna diferencia.
A partir de aquí podemos usar maquillaje si lo queremos, por supuesto.
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La clave es conocer nuestra piel y entender qué necesidades tiene y a partir de ahí, conocer los ingredientes que mejor se adecúan a esas necesidades.
Fuente: maquillaje y otras hierbas
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